Cuando nos planteamos tener una mascota, lo primero que debemos tener en cuenta es cuál es la razón por la que la queremos tener: si queremos compañía, tener un animal que nos guarde la casa, etc.
Si nos decidimos por un perro, debemos tener en cuenta que lo mejor es que seamos nosotros mismos quienes lo eduquemos para que los vínculos entre dueño y animal sean muy fuertes. No será necesario saber mucho de entrenamiento si lo que queremos es un animal cariñoso que comparta su vida con nosotros.
El primer asunto que debemos tener en cuenta es elegir entre los nombres para perros el más adecuado para nuestra mascota. La idea es que el perro tarde poco en identificar el sonido que hacemos cuando lo llamamos y que enseguida sepa que ese sonido es su nombre, por lo que es conveniente que el nombre que elijamos sea corto, si en de una sola sílaba será ideal, aunque usar dos no revestirá mayor problema.
Una vez elegido el nombre, debemos utilizarlo correcta y habitualmente, podemos utilizar otro tipo de palabras de la misma manera para enseñarle algunas órdenes, pero siguiendo el mismo sistema, es decir, que se trate de palabras cortas cuyo golpe de voz sea fácilmente reconocible por el perro como hacen los adiestradores.
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Si lo hacemos de este modo, nos daremos cuenta de que en poco tiempo habremos conseguido que el perro obedezca nuestras órdenes y que poco a poco seamos capaces de enseñarle nuevos trucos y actividades con los que sorprender a nuestras amistades cuando nos presentemos como el orgulloso dueño y entrenador de nuestro fiel y obediente animal de compañía.
Es importante que atendamos estos y otros aspectos para evitar que la elección de nuestra mascota termine por convertirse en un monstruo tirano que haga lo que quiera sin restricciones.